
Por primera vez, el INAH brinda mantenimiento de conservación en el Museo Regional de la UJED
Por: 7 de julio, 2025
-Gracias al interés del rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), Ramón García Rivera, y de la directora del Museo Regional de Durango-UJED “Ángel Rodríguez Solórzano”, Elia Torres Morales, por primera vez se realiza una colaboración especial con el Centro INAH Durango del Instituto Nacional de Antropología e Historia, mediante la cual expertas en taxidermia llevan a cabo trabajos de mantenimiento y conservación de las especies que conforman la colección homónima, parte del legado histórico y científico del antiguo Instituto Juárez.
Las labores se desarrollan con total profesionalismo por parte de las restauradoras Miriam Castro Rodríguez y Marisol Aguirre Hernández, del INAH, así como Andrea Osuna Espinoza, de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO), quienes, con dedicación y amplio conocimiento técnico, contribuyen a preservar la historia universitaria y el legado cultural de la UJED.
Andrea Osuna expresó que “ha sido muy interesante trabajar en taxidermia; se aprenden muchísimas cosas y estoy muy agradecida por esta oportunidad en el Museo de la UJED, ya que contribuye al conocimiento y ha sido una experiencia muy gratificante”.
Por su parte, Marisol Aguirre Hernández destacó el interés de la actual administración universitaria en la atención de las salas del museo: “La importancia de dar mantenimiento a la colección de taxidermia radica en que se trata de piezas que datan desde los inicios del Instituto Juárez, en los primeros años de 1900. Estas especies fueron trabajadas y traídas con fines didácticos, para apoyar la enseñanza de diversas asignaturas en la Universidad”.
Las especialistas explicaron que la taxidermia implica la disección y conservación de animales mediante técnicas específicas. El trabajo en el Museo Regional de la UJED, conocido popularmente como el “Museo del Aguacate”, comenzó hace algunos meses con un diagnóstico del estado de conservación de cada ejemplar. Este proceso incluyó elaboración de registros, fichas de identificación y categorización, con base en criterios como el estado del plumaje, suciedad superficial, desprendimiento de partes, fallas estructurales y otros deterioros. “Hicimos una propuesta de intervención con base en este análisis, a fin de aplicar los tratamientos adecuados”, explicaron.
Aguirre Hernández agregó que, por tratarse de materiales orgánicos altamente sensibles, el tratamiento debe ser muy cuidadoso. “También se revisará que las bases sobre las que se exhiben las piezas sean adecuadas o si requieren reemplazo. Actualmente los materiales han evolucionado y eso también influye en la forma en que se realiza la conservación”, detalló.
Finalmente, Miriam Castro Rodríguez, responsable de la sección de conservación del Centro INAH Durango, subrayó: “La conservación es fundamental en un museo porque garantiza la preservación del patrimonio para las futuras generaciones. Gracias a esta colaboración con el INAH, el trabajo en el Museo de la UJED se está realizando correctamente y con altos estándares”.