
Patricia Martínez dictó conferencia magistral en la UJED sobre la “Ética de las víctimas”
Por: 28 de junio, 2025
-Como parte del compromiso institucional de la Universidad Juárez del Estado de Durango con la defensa de los derechos humanos, y en conmemoración del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, celebrado el 26 de junio, se llevó a cabo la conferencia magistral “Ética de las víctimas”, impartida por la docente investigadora Patricia Lorena Martínez Martínez, profesora de tiempo completo de la Facultad de Psicología y Terapia de la Comunicación Humana.
La actividad se realizó en el marco de la campaña nacional México sin tortura 2025, impulsada por la Secretaría de Gobernación, a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, y fue organizada por la Subsecretaría General Académica de la UJED.
Dado el interés suscitado por el tema y la solidez intelectual de la ponente, la conferencia fue transmitida en vivo desde el Aula Interactiva de la Facultad de Lenguas mediante la plataforma Zoom y la página oficial de Facebook de la Subsecretaría General Académica, logrando una nutrida audiencia tanto presencial como virtual.
En representación del rector Ramón García Rivera, asistió al evento el secretario general de la UJED, Julio Gerardo Lozoya Vélez, acompañado del subsecretario general académico, Gamaliel Ortiz Sarabia, quienes dirigieron un mensaje de bienvenida ante directores de unidades académicas e invitados especiales.
Lozoya Vélez destacó la importancia de abordar temas sensibles y urgentes como la tortura, tanto a nivel nacional como internacional, y señaló que la Universidad ha emprendido acciones concretas en los últimos años para mejorar los entornos institucionales. “La Universidad Juárez del Estado de Durango ha tomado acciones a través de la Unidad de Violencia, cumpliendo compromisos institucionales mediante la Subsecretaría General Académica”, expresó.
En su exposición, Martínez Martínez abordó el tema de la tortura ejercida por el crimen organizado, pero centró su reflexión en la ética de las víctimas, analizando la dimensión moral de la violencia para fortalecer las convicciones a favor de la dignidad humana. Señaló que la tortura debe rechazarse de manera categórica, al ser intrínsecamente perversa, como lo establece la Organización de las Naciones Unidas.
Explicó que, desde el derecho internacional, la tortura implica infligir de manera intencionada sufrimientos graves —físicos o psicológicos— con el objetivo de anular las capacidades de una persona, lo cual constituye una violación profunda de su dignidad, incluso si no se manifiesta dolor físico evidente. “Cuando se anula el núcleo central de la persona, estamos frente a la tortura. Esta definición va al corazón mismo del significado de ‘torturar’ y remite directamente a una problemática moral fundamental”, afirmó.
Finalmente, subrayó que la comprensión de la tortura requiere el análisis ético de conceptos clave que permitan reconocer y visibilizar a las víctimas, y que toda acción dirigida a su prevención debe estar basada en el respeto irrestricto a la dignidad humana.