Los universitarios conmemoran el centenario del natalicio del Lic. Ángel Rodríguez Solórzano

Por: Dirección de Comunicación Social - 30 de junio, 2019

La comunidad universitaria, encabezada por el rector Rubén Solís Ríos, conmemoró el centenario del natalicio del Lic. Ángel Rodríguez Solórzano, quien fuera el último rector del Instituto Juárez y primero de la hoy Universidad Juárez del Estado de Durango, en una solemne ceremonia llevada a cabo en los pasillos del emblemático Edificio Central.

La fachada del Aula “Laureano Roncal” enmarcó el escenario para unir a los universitarios, incluidos maestros, trabajadores administrativos, alumnos, directores de Escuelas, Facultades e Institutos, exrectores, así como su familia y personalidades del ámbito de la administración pública estatal como exgobernadores, magistrados, jueces, abogados, entre otras personalidades, y celebrar el centenario del nacimiento del ilustre maestro, abogado y duranguense de excepción.

El rector de la UJED, Rubén Solís Ríos, presidió la ceremonia acompañado por el secretario general, Julio Gerardo Lozoya Vélez; el Dr. Miguel Ángel Rodríguez Vázquez, hijo del homenajeado; el Decano de la Universidad, Lic. Eduardo Campos Rodríguez, y los rectores en su tiempo Jorge Ramírez Díaz, Juan Francisco Salazar Benítez y Rubén Calderón Luján.

Ahí el guía universitario destacó el motivo de estar congregados: “… celebrar con orgullo el centenario de un universitario juarista que hizo de la UJED su vida, y del servicio al pueblo de Durango su pasión. Hablar del licenciado Rodríguez Solórzano es hablar de una de las etapas más importantes en la historia en la Universidad Juárez, es remontarnos al pasado y recordar acontecimientos inolvidables para los juaristas y universitarios por siempre”, destacó.

Refirió que “… hablar del hombre distinguido, de valores y principios, de compromiso y de lealtad que fue Don Ángel Rodríguez Solórzano, es referirnos a aquel duranguense que como último rector del Instituto Juárez y primer rector de la UJED logró cimentar la Universidad de su tiempo y bosquejar la Universidad del presente”.

“Al hablar de Don Ángel, todos los universitarios coincidimos en que no sería posible imaginar a la Universidad sin su ejemplo de vida, al servicio de la educación y, por supuesto, tampoco podríamos imaginar a la juventud y al Durango del año 1966 sin su presencia; con él, dirigiendo nuestra gloriosa institución la Universidad creció en oferta educativa; fortaleció su misión con mayor sentido social y también incrementó su infraestructura, creación de nuevas carreras y edificación de más escuelas universitarias, además de convertirse en el principal impulsor del arte y cultura de la Universidad. El legado más preciado a las generaciones del Juárez, a la orgullosa comunidad juarista de Durango lo constituye su enseñanza de cómo ser un verdadero universitario y cómo llevar siempre en la bondad y en nuestro actuar a la Universidad Juárez”, subrayó.

Resaltó que “… el más claro ejemplo de ser universitario lo recibimos del Lic. Ángel Rodríguez Solórzano y a él le debemos el hecho de que en la UJED su historia es la historia de la ética universitaria, de la defensa de la autonomía, el respeto a las ideas y la defensa de la libertad de cátedra, valores que son hoy y siempre serán parte de nuestra identidad como máxima casa de estudios”.

La semblanza de la vida y obra del maestro Ángel Rodríguez Solórzano fue realizada por la doctora Emilia Espinoza Castro, directora de Servicios Escolares de la UJED, quien resaltó datos históricos del homenajeado.

Posteriormente, el maestro Enrique Torres Cabral declamó el poema “Ángel de Hierro”, de la autoría del Lic. Roberto Aguilar Vera en memoria del ilustre maestro y que fuera escrito en el año 1984.

El director del Museo Regional de Durango-UJED“ Ángel Rodríguez Solórzano”, Germán Alejandro Salazar Vázquez, expuso los motivos sobre la propuesta de la presea para recordar de manera permanente a quien fuera primer rector y que se expondrá ante la H. Junta Directiva para su autorización, para con ella condecorara los maestros que se jubilen y sea entregada el Día del Maestro, el 15 de mayo de cada año, como un homenaje especial a los que han dedicado su vida y conocimiento a la formación de nuevos profesionistas.

Luego de esta exposición de motivos, el rector Rubén Solís Ríos entregó a los familiares del homenajeado, representados en su hijo Miguel Ángel Rodríguez Vázquez, una placa conmemorativa de tan importante celebración.

De los datos históricos que expuso la maestra Emilia Espinoza se destaca que Don Ángel Rodríguez Solórzano fue un culto abogado que ocupó de manera provisional la primera Magistratura del Estado, nació en la ciudad de Durango, Dgo., el día 31 de mayo de 1919 y fue hijo de don Benito Rodríguez.

Estudió su educación primaria en escuelas de su ciudad natal y continuó estudios de secundaria, preparatoria y abogacía en el Instituto Juárez, hoy Universidad Juárez del Estado de Durango, donde recibió su título de abogado en el año de 1947. Al terminar sus estudios se dedicó al ejercicio de su profesión desempeñando paralelamente cargos oficiales de gran responsabilidad, en los cuales se caracterizó siempre por su honestidad y absoluto apego a la ley y a la justicia.

Entre otros importantes cargos, ocupó los siguientes: secretario del H. Ayuntamiento del Municipio de la capital, en los años de 1942 a 1944, cuando ocupó la Presidencia Municipal el ingeniero Jesús Zubiría y Campa; presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, juez segundo del ramo civil, subprocurador de Justicia en el estado y posteriormente procurador general de Justicia y abogado asesor del Gobierno del Estado en varias ocasiones.

Fue educador por excelencia y desde que terminó sus estudios en el Instituto Juárez no se desligó del servicio a la institución a la que desde entonces sirvió con lealtad.

A la edad de 23 años, en el año de 1942, inició su carrera al servicio de la juventud estudiosa de Durango como ayudante de laboratorio, luego fue creador, más tarde catedrático y por su gran experiencia y entrega desinteresada a la institución, fue designado rector del Instituto Juárez en el año de 1953.

Con ese carácter trabajó incansablemente en beneficio de la casa de estudios y por gestiones personales del licenciado Rodríguez Solórzano, en 1954 se fundó la Escuela Superior de Música; en1955 se organizó la Orquesta Sinfónica y se fundó la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías; el 19 de marzo de 1957 se estableció la Escuela de Medicina; el día 21 de marzo de 1958 se dio a conocer el decreto histórico de la creación de la Universidad, por el cual el Instituto Juárez cesaba en sus funciones y se convirtió en la Universidad Juárez del Estado de Durango, sueño acariciado muchos años por los duranguenses.

La magnífica obra realizada como rector lo llevó a ocupar por elección popular el cargo de diputado federal en los años de 1964 a 1966 y encontrándose como legislador representando a su tierra, el 4 de agosto de 1966 el Congreso de la Unión lo nombró Gobernador Provisional del Estado, responsabilidad que atendió con eficiencia, honradez y pasión a la entidad hasta 1968.

Gozó de la estimación y respeto del pueblo de Durango, quien lo recuerda por su honradez, capacidad, cultura y calidad humana, que lo colocan como un hombre singular de gran autoridad moral.